26 de marzo de 2010

Burbuja musical

Cuando era niña vivía en una burbuja musical que mis papás crearon para mí y mis hermanos, en la que sólo escuchábamos música ex profeso para niños, Los hermanos Rincón, Cri–Cri y Henry Dés, por ejemplo. Todos los días nos levantábamos con los programas de Emilio Ebergenyi y Mayte Ibarguengoitia en Radio Educación, los fines de semana por la mañana escuchábamos a Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Ana Belén, Víctor Manuel, Miguel Ríos, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Jacques Brel, Edith Piaf, Sting, Stevie Wonder, Amparo Ochoa y Margie Bermejo, por mencionar los que me vienen a la mente.
A partir de ahí, cualquier otro momento de mi vida estuvo rodeado de música clásica, inclusive, puede que algunos de ustedes sepan que estudié violín tres años en la Secundaria Anexa a la Normal Superior (o ESANS) y que cuando salí tenía toda la intención de ser violinista, por lo que me aventé un año en el Conservatorio Nacional de Música. A eso añadan que siempre he practicado ballet clásico, por lo que a mis diez años hacía recitales de ballet en la sala de mi casa con el Concierto de Brandenburgo de Johan Sebastian Bach de fondo. A mis papás les daba mucho gusto, pero creo que a mis tíos y primos, que obligaba a verme, no tanto.
Así que por eso siempre he llegado tarde a la música 'popular', por llamarla de alguna manera. Cuando descubrí la existencia de la Onda Vaselina ya era tarde, no me sé boleros, ni rancheras, ni gruperas. No tengo integradas en mi chip las canciones de Timbiriche ni de José José, y para cuando decidí que Fobia era de mis bandas favoritas, ya iban a separarse. En conclusión, puedo decir que no me sé ninguna de las canciones que normalmente cantan en fiestas y karaokes.
Tal vez a eso se deba la aprehensión que he desarrollado hacia la música. Conseguir discos en cantidades industriales, escucharlos una y otra vez hasta memorizar mis acordes favoritos y luego darme cuenta de que la memoria de mi pobre Macaria ya está llegando a su límite, se ha convertido en una de mis pocas (ajá) obsesiones. Creo que tengo la necesidad de ponerme al corriente, al principio escuchaba cualquier cosa, era una adolecente que necesitaba encajar y puedo decir que escuché una cantidad exhorbitante de tonterías. Ahora, me he vuelto muy selectiva y hay cantantes con los que me caso desde que los conozco; por ejemplo, en los últimos años me ha dado por coleccionar mujeres cantantes solistas que disfruten su música y jueguen con su voz. Por ejemplo, Kate Nash, KT Tunstall, Feist y Regina Spektor. En esta ocasión quiero presentarles a cuatro mujeres que descubrí y de las que me enamoré, ninguna es nueva, pero consideren que yo llevo unos cuantos años de atraso.





Lykke Li, Russian Red, Charlotte Gainsbourg y Cat Power. Cuatro mujeres que me han acompañado con su voz las últimas semanas, en la oficina, en el metro y en mi casa. Una sueca, una española, una francesa y una norteamericana que cantan con tal sentimiento que indudablemente tocaron una de mis fibras sensibles. Ninguna de ellas tiene un disco reciente, pero como les decía arriba, yo a esto de la música llego tarde.

3 comentarios:

  1. Ah, yo también crecí con Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat Y Silvio Rodríguez de fondo. :P

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  2. No sabia de alguien mas que escuchará a los hermanos Rincón, a mi una tia me los inculco, incluso recuerdo haber ido a un concierto a la sala Nezahualcoyotl.

    Mi experiencia musical fue similar, solo que si escuche pop por ahi de mis 15 años y forje mi oido, lo malo es que en ninguna de mis dos familias bailaban, asi que para eso estoy negado, se hace el intento por las novias, pero no mas no aprendo...

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  3. Viene Regina Spektor...

    http://www.adefesio.com/2010/06/cartel-corona-
    capital/

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