25 de marzo de 2010

Nosotros masoquistas


¿Por qué alguien seguiría trabajando en un lugar donde la maltratan, la explotan, la malpagan y la hacen sufrir? Debe ser masoquista, ¿por qué otro motivo estaría dispuesta a soportar todo eso por unos cuantos pesos? Pregúntenmelo a mí.
Todo el mundo dice que antes de encontrar el trabajo de nuestros sueños hay que aguantar jefes bipolares, jornadas interminables, malos tratos de los compañeros y hasta las críticas que nuestro jefe bipolar tiene a bien hacer sobre nuestra la forma de vestir o de pensar, pero, ¿en qué momento es suficiente? ¿cuándo decidimos que ya estamos hartos y mandamos todo al carajo? ¿qué día llega el tan esperado mail o la ansiada llamada telefónica que nos ofrece la oportunidad del cambio hacia nuestra vida ideal? ¿en qué punto juntamos el valor necesario para salirnos del lugar cómodo (el autoengaño) en el que hemos caído?
Creo que en mi caso ya llegó. Mis papás me lo han dicho, mis amigos también, hasta JM, que suele pedirme que me calme y lo piense mejor, me lo ha dicho, ¿qué es más probable, que el universo esté equivocado o que yo esté mal? Mi situación laboral es un subeybaja desde hace dos años, los que leen este blog lo han podido constatar más de una vez y creo que ya va siendo tiempo de que me arriesgue, ahora que sé que no quiero estar aquí debo averiguar dónde quiero estar.

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