Estoy desperdiciando mi talento porque siempre estoy distraída, o eso dice mi jefe; él piensa que no soy tonta, pero que mi problema (algún que otro error) es causado por muchas distracciones: ventanas abiertas en mi computadora, llamadas al celular y cosas que hacer o leer.
Lo que más me molesta es que tiene razón, por lo menos en una parte. No sé si de verdad esté desperdiciando algún talento, pero sí soy muy distraída, me desespera mucho estar sentada todo el día, sabiendo que podría hacer otras cosas y es que ese es el problema: quisiera estar haciendo muchas otras cosas. Tengo mucho que leer, hartos lugares a los que ir, demasiados temas sobre los que podría escribir y eso me frustra. Aquí entra la pregunta deprimente: ¿Qué he hecho con los últimos casi dos años de mi vida? y la respuesta igual de deprimente forma parte de la resingación ante la realidad: trabajar.
Trabajar, lo que incluye hacer muchas horas nalga frente a esta compu. No leer mientras esté en la oficina, ni ver la tele, ni avanzar en la tesis ni...nada, pero ni modo. A final de cuentas, elegí trabajar para poder rentar un departamento, adoptar un perro y viajar, además de comprarme libros, discos, películas y ropa. No sé si mis distracciones en realidad tengan que ver con el desperdicio de mi talento, pero sí sé que cada vez que me arrepienta de haber iniciado mi vida laboral, tengo que recordar la frase de George Steiner: "Sólo lo que es inútil puede volver soportable la vida".
Lo que más me molesta es que tiene razón, por lo menos en una parte. No sé si de verdad esté desperdiciando algún talento, pero sí soy muy distraída, me desespera mucho estar sentada todo el día, sabiendo que podría hacer otras cosas y es que ese es el problema: quisiera estar haciendo muchas otras cosas. Tengo mucho que leer, hartos lugares a los que ir, demasiados temas sobre los que podría escribir y eso me frustra. Aquí entra la pregunta deprimente: ¿Qué he hecho con los últimos casi dos años de mi vida? y la respuesta igual de deprimente forma parte de la resingación ante la realidad: trabajar.
Trabajar, lo que incluye hacer muchas horas nalga frente a esta compu. No leer mientras esté en la oficina, ni ver la tele, ni avanzar en la tesis ni...nada, pero ni modo. A final de cuentas, elegí trabajar para poder rentar un departamento, adoptar un perro y viajar, además de comprarme libros, discos, películas y ropa. No sé si mis distracciones en realidad tengan que ver con el desperdicio de mi talento, pero sí sé que cada vez que me arrepienta de haber iniciado mi vida laboral, tengo que recordar la frase de George Steiner: "Sólo lo que es inútil puede volver soportable la vida".
Puede que a veces uno no se sienta satisfecho ni en lo laboral, ni en lo familiar, ni en lo económico, ni en lo personal. Sin embargo, pienso que hay que sentirse satisfecho con lo logrado, con lo vivido, con lo soñado y con lo alcanzado/no alcanzado. Estoy seguro que has encarado a la vida y sus retos de la mejor forma... aunque no te conozca
ResponderEliminarSoy un convencido de que las cosas pasan por alguna razón; el año que terminó me sirvió mucho y sé que me preparó para cosas mejores, más grandes, más difíciles, más alegres: para más de todo.
Siguele como vas que creo que hay demasiado talento, no todos los días se topa uno con blogs tan amenos.
Saludos de tu nuevo lector.
Manolo.