5 de octubre de 2009

Un año, cinco meses y un día

Después de mi arrebato histérico–neurótico de la semana pasada, he vuelto. La terapia estuvo compuesta por mi clase de ballet el sábado, el concierto de Los bunkers en Tláhuac el mismo día, la clase de ballet del domingo y la ida al cine a ver Siempre hay tiempo para reír o Funny people con Adam Sandler.

El jueves tuve que ir a 'una comida fingida', es decir, una de esas comidas patrocinadas por los anfitriones de un determinado evento en las que todo es fingido: la cordialidad entre los integrantes de una mesa, los modales, los gustos y hasta la ropa que llevan, porque cabe resaltar que sacan sus mejores trapitos para ese tipo de comidas....el punto es que fue ahí, mientras pensaba cómo se vería una de las comensales sin lentes de contacto verdes y tanto maquillaje y por qué otra de las que estaban sentadas en mi mesa empezaba a sacar el libro que estaba leyendo para enseñar a los demás lo interesante que estaba, que me llegó a la mente la siguiente frase:

—No quiero hacer esto por el resto de mi vida— Punto.

La verdad es que este trabajo temporal ya duró más de la cuenta. LLevo exactamente un año, cinco meses y un día sentada en este escritorio, engordando y entumiéndome, con mi columna desviada por una silla que queda demasiado baja y una computadora que está de lado por no caber ni en el mismo escritorio...y no debería ser así.

Este trabajo debía darme la experiencia necesaria para luego entrar al medio que yo quisiera, dejarme conocer los contactos necesarios para luego tener una publicación propia, darme el suficiente tiempo libre para titularme y pagar lo suficiente como para poder rentar mi departamento e irme de viaje. ¿Qué he hecho? Nada.

Cero.

Ni una sola meta cumplida.

Pero aquí sigo, como dice Bunsen, uno debería alegrarse por tener trabajo, pero no.


En fin, apenas es martes y el nuevo ataque de estrés ya está presente, con un jefe bipolar y neurótico que parece que decidió que hoy es un buen día para darme más trabajo y tratarme como tonta al mismo tiempo y estar en un trabajo donde nomás me estoy oxidando...

Si alguien se entera de alguna vacante para editar algo más que boletines de prensa masticados...let me know.

¿Acaso soy la única que espera ansiosamente el 22 de octubre por el concierto de Kings Of Leon?

P.D. JM: Gracias por escucharme chillar y quejarme todo este tiempo. Golondrinas.

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