2 de junio de 2009

Mi cabeza es una madeja de estambre...



Últimamente siento la necesidad de escribir mucho. No sé si en realidad tengo tanto que decir o si sea mi ansiedad la que me presiona a opinar sobre cualquier cosa. De todas maneras estoy intentando sacar de algún modo todo lo que traigo dentro.

En mi vida están pasando muchas cosas al mismo tiempo, en mi cabeza hay muchos planes, ideas, deseos y hasta ‘chaquetas mentales’ que quieren salir. JM. me suele decir que pienso mucho, una crítica que leída sin un contexto suena machista, pero no es así, JM. tiene sus motivos para decirla y tiene razón. Una de las cosas que me ha hecho cometer más errores en mi vida es eso: pensar mucho, dudar de las cosas, de mis decisiones, de los demás y de sus acciones.

No suelo hacer preguntas, ahora entiendo por qué mi jefe (cuando todavía nos caíamos bien) me dijo que meditara sobre los efectos que tenía el ser callada no sólo en mi trabajo, sino en mi vida. Esos efectos son errores porque me pongo a dudar, por ejemplo, en el trabajo pongo una coma y empiezo a pensar si debe ir ahí o no, si no sería mejor un punto y coma o un punto y seguido...finalmente, me equivoco y la primera coma que había puesto era la correcta.

Así ha sido toda mi vida. Recuerdo que en la secundaria ese era mi problema con los exámenes de opción múltiple, sabía la repuesta en un primer impulso, pero me ponía a pensar y terminaba obedeciendo a mi segundo impulso; obviamente, cuando revisaba el examen me daba cuenta de que mi primera elección había sido la correcta.

En mi relación sucede igual y eso altera a JM. En vez de preguntarle sobre las ex–novias, sobre los mensajes de la acosadora y sobre sus actitudes (por poner ejemplos), trato de hacer yo misma la interpretación. Esa explicación suele ser la correcta, pero con el paso del tiempo comienzo a darle vueltas y más vueltas al asunto hasta terminar con una madeja de estambre hecha bolas en la cabeza, la cual ya no me deja ver dónde había empezado.

Por fortuna, JM. ha sido paciente y me ha explicado con peras y manzanas todos los malentendidos que yo misma he originado. En fin, otro de los cambios que debo aplicar in-me-dia-ta-men-te, dejar de ser tan hermenéutica y comenzar a preguntar sobre toooodo, hasta que lo tenga bien claro.

1 comentario:

  1. No sé si es propio de las mujeres o simplemente la naturaleza del ser humano; pero la madeja de estambre pasa muy seguido, reflejando el miedo a ser lastimados.

    Pienso que pensar de más no está mal, simplemente hay que distinguir las situaciones en las cuales vale la pena hacerlo.

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