25 de mayo de 2009

De la vida y la muerte



—Elsa: Lo peor no es que tengas miedo de morir, es que vos tenés miedo a vivir.
—Alfredo: Pareces un libro de autoayuda. Tú no le tienes miedo a la muerte.
—Elsa: No.
Ayer tuve la oportunidad de participar en una conversación de las que me hacen apreciar la vida tan ‘fácil’ que he tenido y hasta sentirme un poco culpable. La plática giró sobre la existencia del ‘güero’, un hombre que ha logrado todo: estudió tres carreras de la rama científica, vivió en el extranjero, tiene su propia empresa, dinero y una esposa que lo apoya. Sin embargo, es la prueba fehaciente de que no se puede tener todo en la vida, pues su madre está muy enferma, a pesar de muchos intentos no ha logrado tener hijos y además, tiene problemas con ciertos ‘delincuentes’ que lo tienen amenazado.

Puede que alguno de sus males sólo necesite resignación, pero hay otros para los que no basta el dinero, el poder, los contactos y mucho menos la resignación. El dinero lo ha invertido en tratamientos para su mamá y para él y su esposa durante años. Ya no sabe qué hacer. El caso de la mamá es ‘normal’ y todos nos enfrentaremos a ese destino tarde o temprano. En el caso de su esposa y él, puede que lo único que les falte sea tener hijos, un asunto que por lo visto suele cobrar mucha importancia en las relaciones de parejas. Sobre los delincuentes, el ‘güero’ no tiene muchas opciones, sigue sus instrucciones o corre el riesgo de denunciarlos ante la policía. Ninguna parece una buena opción.

Sus tres problemas no parecieran ser especiales, pero basta imaginarse que aparecieran al mismo tiempo en nuestras vidas y seguramente la mayoría no aguantaría lidiar con ellos. Su único desahogo en este momento es jugar futbol los domingos y yo, que nunca he sido una verdadera aficionada al deporte, de pronto entiendo por qué los hombres (por lo menos muchos de ellos) recurren al ‘panbol’ los fines de semana, pues resulta que les provoca la misma sensación de válvula de escape que a mí me daba el ballet o que muchas mujeres sentimos al leer una revista de modas: que no existe algo más importante que lo que hacemos, ya sea levantar más la pierna, el maquillaje de la temporada, o en todo caso, meter el esférico en la portería.

Después de esa plática regresé a la realidad, mi realidad, en la que al final las cosas resultan como deben resultar, en la que siento que no podría ser más feliz y en la que los grandes dramas en realidad no son tan grandes, aún así es una realidad en la que no se puede tener todo. Regresé a mi vida poniendo en perspectiva mis problemas y carencias, el que mi trabajo no me guste del todo y el que necesite encontrar un departamento pequeño y barato pronto parecen nada, porque al final podría ser peor.



Por otra parte, les quiero recomendar mis últimos descubrimientos: el primero es Jason Mraz, un cantante estadounidense que apareció en el panorama 'gringo' en 2005 y que recientemente llegó a los canales mexicanos con el tema I'm yours y Lucky, acompañado de Colbie Caillat, en el álbum We sing, we dance, we steal things de 2008.



Mi segundo descubrimiento fue la película Elsa & Fred del director español Marcos Carnevale. Un film que destaca la importancia del equilibrio en la vida, de aprender a vivir antes de que sea demasiado tarde. Elsa es una mujer de 82 años que disfruta su existencia todo lo posible y Alfredo un hombre de 78 que tuvo una vida tranquila (inclusive aburrida), hasta que esta vecina aparece.


Su historia de amor me hizo recordar La tregua de Mario Benedetti, que precisamente comentaba en mi post anterior, donde el personaje principal dice que: "Un gran amor es una tregua en la vida". Eso significa para Elsa y Alfredo el haberse conocido, pues se dieron la oportunidad de ser felices, tal vez un poco tarde, pero lo fueron.

En el soundtrack destaca la canción Hoy puede ser un gran día de 'el nano', Joan Manuel Serrat y una repetición de la banda sonora de La dolce vita de Federico Fellini. Por su parte, la edición es impecable, aunque debo admitir que hay ciertos cortes en close–up cuando hablan de frente Elsa y Alfredo que no me terminaron de convencer.

El homenaje que el director hace a la clásica La dolce vita, con Marcello Mastroniani y Anita Ekbert, une los elementos de la historia, como las historias de Elsa y su fantasía en la fuente de Trevi, dándoles coherencia.




Este fue un post que abarcó de la vida a la muerte y de la alegría a las desgracias. En fin, aquí les dejo un video para que se animen a ver Elsa & Fred. En realidad es una motivación a disfrutar de la vida y del amor.




Aparentemente se puede ver completa por Youtube. Búsquenla.

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