Llevaba por lo menos seis meses trabajando en ese reportaje sobre la relación económica entre México y la República Popular China. Ya tenía todo hecho: el artículo de fondo, la entrevista a un caso de éxito, una colaboración y las opiniones de los principales involucrados. Eran aproximadamente 45 mil caracteres (como 11 o 12 planas), igual y sí era mucha información, pero que me lo recorrieran hasta noviembre fue algo de lo más injusto.
Se podría decir que desde que entré a trabajar a la revista había estado haciendo este reportaje y se ha pospuesto una innumerable cantidad de veces. ¡Ash! Y lo peor es que tengo que avisarle a todos los involucrados que la publicación se pospuso, de otra manera los voy a tener encima los próximos seis meses, claro, si para entonces todavía trabajo aquí. Ni modo.
Hay días en que las cosas simplemente no salen como uno espera que salgan y en mi caso llevo como tres consecutivos en los que nada sale como yo había planeado; siempre he tenido un problema con eso, me pone de malas y no puedo evitarlo. Hacer planes como ir al cine, a cenar, tener una hora de salida, trabajar en ‘chinga’ varias semanas para terminar a tiempo un reportaje, quedar en hacer una llamada y que nada se cumpla como estaba estipulado me molesta. Tal vez por eso no me gusta ser dependiente, me gusta hacer mis cosas, a mi manera y a mi ritmo; así no hay imprevistos.
Está bien, tengo que admitir que hay personas en mi vida con las que tendré que acostumbrarme a los imprevistos con tal de pasar un rato con ellas (seguramente se enfrentan a lo mismo conmigo). Si no me la pasara tan bien, seguramente no lo intentaría; fuera de mis frustraciones laborales y mi dolor de espalda provocado por un intento de levantar el vuelo en las escaleras del metro Copilco, estoy feliz y eso amerita un cambio. En fin, sólo pasaba por aquí para desahogarme un poco de esto de la ‘chamba’ y recordé lo feliz que estoy; antes de que me ponga más cursi me voy, les dejo mi secuencia favorita de Across the universe
. Es I've just seen a face, prometo que algún día iré a los bolos nada más a bailar esta secuencia que aaaahhh (suspiro), cómo me encanta (el actor, la coreografía y por supuesto, la canción).
Se podría decir que desde que entré a trabajar a la revista había estado haciendo este reportaje y se ha pospuesto una innumerable cantidad de veces. ¡Ash! Y lo peor es que tengo que avisarle a todos los involucrados que la publicación se pospuso, de otra manera los voy a tener encima los próximos seis meses, claro, si para entonces todavía trabajo aquí. Ni modo.
Hay días en que las cosas simplemente no salen como uno espera que salgan y en mi caso llevo como tres consecutivos en los que nada sale como yo había planeado; siempre he tenido un problema con eso, me pone de malas y no puedo evitarlo. Hacer planes como ir al cine, a cenar, tener una hora de salida, trabajar en ‘chinga’ varias semanas para terminar a tiempo un reportaje, quedar en hacer una llamada y que nada se cumpla como estaba estipulado me molesta. Tal vez por eso no me gusta ser dependiente, me gusta hacer mis cosas, a mi manera y a mi ritmo; así no hay imprevistos.
Está bien, tengo que admitir que hay personas en mi vida con las que tendré que acostumbrarme a los imprevistos con tal de pasar un rato con ellas (seguramente se enfrentan a lo mismo conmigo). Si no me la pasara tan bien, seguramente no lo intentaría; fuera de mis frustraciones laborales y mi dolor de espalda provocado por un intento de levantar el vuelo en las escaleras del metro Copilco, estoy feliz y eso amerita un cambio. En fin, sólo pasaba por aquí para desahogarme un poco de esto de la ‘chamba’ y recordé lo feliz que estoy; antes de que me ponga más cursi me voy, les dejo mi secuencia favorita de Across the universe
. Es I've just seen a face, prometo que algún día iré a los bolos nada más a bailar esta secuencia que aaaahhh (suspiro), cómo me encanta (el actor, la coreografía y por supuesto, la canción).
Adoro esa película...y en un día gris, sí hace sonreír.
ResponderEliminarCaray, soy cursi.