8 de mayo de 2009

¿Alguien me empuja?



Mi perfil reza que soy fiel creyente de que los periodistas, al igual que los artistas, nacen y no se hacen, aunque un empujoncito no está de más. ¿Qué es ese empujoncito? Todos los que históricamente han tenido vocación para algo, ya sea escritores, bailarines, músicos, pintores, etcétera, hablan de encontrar la inspiración, de conocer a su musa, de encontrar su pasión…pero, ¿cuál es la mía?

Creo que nunca me lo había cuestionado, ahora que lo pienso, nunca había necesitado una motivación para hacer las cosas. Siempre hice lo que quise y porque quería hacerlo. Estudié lo que quise, bailé lo que quise, leí lo que quise, vi lo que quise, escribí lo que quise…podría seguir…

Planteándolo así, me doy cuenta de que siempre fui una consentida por la vida (y por mis papás). Ahora, en un trabajo ‘estable’, con necesidades económicas y planes de ‘adulto joven’ (¡ja!), ya no puedo hacer lo que yo quiera. Por eso me está costando tanto trabajo últimamente hacer mis artículos técnicos, porque no me motivan y sinceramente no sé a quién le motiven temas como: el por qué equis empresa decidió instalarse en México y no en…cualquier otro lugar.

En fin, sé que es mi ‘chamba’ y que tengo que hacerla bien, pero me está costando demasiado, considerando que el rush provocado por la idea de ganar dinero y tener trabajo ya se terminó…¡Uff!, un año en la revista…definitivamente el año que más rápido ha pasado en mi vida, pero en fin ese es otro tema. Si alguien me puede dar un empujón, se lo agradecería mucho (los días de descanso no funcionan, comprobé que las vacaciones de influenza no surtieron ningún efecto).

Por cierto, ¿qué nadie más se acordó del Spider pig durante todo este tiempo en el que los chanchitos fueron noticia?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se aceptan críticas constructivas.

hit counter

Creative Commons

Creative Commons License
.