No he querido escribir por escribir. Leí en algún lado (o tal vez en muchos) que los blogs, que funcionan a manera de diario, tienen el propósito de ser desahogos emocionales principalmente. En este caso creo que la BuRBuJa De SiLeNCiO se convirtió durante un tiempo en uno y esa no era mi intención.
Sí escribí sobre temas más trascendentales que mi vida, pero creo que si me pusiera a contar, el resultado de las cursilerías estará por encima el número de textos dedicados al mundo. Me dediqué a comentar temas que tal vez no le interesan a nadie, sólo a esta fLoReCiTa RoCKeRa (bueno, también a algunos curiosos).
La Estrellita y yo platicábamos el otro día sobre lo vivido en el último año (no, no es una amiga imaginaria, aunque lo parezca), y llegamos a la conclusión de que vivimos muchas cosas intensas más o menos del 2006 al 2008, nuestros últimos dos años de la carrera. Desde comenzar nuestra vida laboral hasta las relaciones, de todo tipo. Conocimos mucha gente y dejamos de ver a mucha más. No sé si sea algo así como ‘parte integral del crecimiento’, pero nos convirtió en personas diferentes.
No me atrevo a decir que más maduras, pero sí que somos más concientes. La verdad es que no me arrepiento de nada (jeje, la frase tan choteada), es cierto, cometí errores, hice malas elecciones, pero aquí estoy ahora, y me gusta. Como decía en alguno de mis posts anteriores, hay que aprender a reconocer las personas con las que vale la pena compartir la espiral de nuestra existencia y dejar atrás a aquellas con las que no tenemos que esforzarnos ni tantito (http://burbujadesilencio.blogspot.com/2008/11/in-hands-of-time.html).
Referente a ese mismo post, creo que, muchas veces, uno no se da cuenta del valor que ciertas personas tienen en su vida. Cuando releí In the hands of time, me di cuenta que desde ese momento, desde el concierto del 10 de noviembre de 2008 yo ya tenía enfrente el camino por seguir, y no era precisamente volver a caminar por Paseo de la Reforma a las 2 de la mañana. Qué curioso.
Cambiando de tema (o como dirían algunos comunicadores, en otro orden de ideas), lo más difícil para mí del mundo laboral ha sido enfrentar la hipocresía. Es falso que el mundo real sea cruel, en realidad sólo es hipócrita. Me resulta difícil, molesto y hasta increíble que una publicación de temática empresarial, que mes con mes trata temas de calidad, liderazgo, condiciones laborales, prestaciones, ambiente laboral, recursos humanos, planes de carrera, etcétera, no tenga aplicadas en sí misma ni siquiera una ISO9001, o que sus trabajadores no tengan prestación alguna, que los salarios sean míseros y que pongan trabas a sus empleados (obreros) para terminar sus carreras.
Tal vez me despidan por esto, como a la chica del Facebook (http://www.eluniversal.com.mx/articulos/52716.html), pero qué hueva ser una periodista conforme, hasta los que son de derecha se quejan de vez en cuando, ¿por qué no he de hacerlo yo?
Iba a llegar más lejos y escribir sobre problemas más grandes que tiene la empresa, pero entonces sí me metería en una bronca. Demonios, ya me estoy alineando con el conformismo.
Saludos blogueros.
Sí escribí sobre temas más trascendentales que mi vida, pero creo que si me pusiera a contar, el resultado de las cursilerías estará por encima el número de textos dedicados al mundo. Me dediqué a comentar temas que tal vez no le interesan a nadie, sólo a esta fLoReCiTa RoCKeRa (bueno, también a algunos curiosos).
La Estrellita y yo platicábamos el otro día sobre lo vivido en el último año (no, no es una amiga imaginaria, aunque lo parezca), y llegamos a la conclusión de que vivimos muchas cosas intensas más o menos del 2006 al 2008, nuestros últimos dos años de la carrera. Desde comenzar nuestra vida laboral hasta las relaciones, de todo tipo. Conocimos mucha gente y dejamos de ver a mucha más. No sé si sea algo así como ‘parte integral del crecimiento’, pero nos convirtió en personas diferentes.
No me atrevo a decir que más maduras, pero sí que somos más concientes. La verdad es que no me arrepiento de nada (jeje, la frase tan choteada), es cierto, cometí errores, hice malas elecciones, pero aquí estoy ahora, y me gusta. Como decía en alguno de mis posts anteriores, hay que aprender a reconocer las personas con las que vale la pena compartir la espiral de nuestra existencia y dejar atrás a aquellas con las que no tenemos que esforzarnos ni tantito (http://burbujadesilencio.blogspot.com/2008/11/in-hands-of-time.html).
Referente a ese mismo post, creo que, muchas veces, uno no se da cuenta del valor que ciertas personas tienen en su vida. Cuando releí In the hands of time, me di cuenta que desde ese momento, desde el concierto del 10 de noviembre de 2008 yo ya tenía enfrente el camino por seguir, y no era precisamente volver a caminar por Paseo de la Reforma a las 2 de la mañana. Qué curioso.
Cambiando de tema (o como dirían algunos comunicadores, en otro orden de ideas), lo más difícil para mí del mundo laboral ha sido enfrentar la hipocresía. Es falso que el mundo real sea cruel, en realidad sólo es hipócrita. Me resulta difícil, molesto y hasta increíble que una publicación de temática empresarial, que mes con mes trata temas de calidad, liderazgo, condiciones laborales, prestaciones, ambiente laboral, recursos humanos, planes de carrera, etcétera, no tenga aplicadas en sí misma ni siquiera una ISO9001, o que sus trabajadores no tengan prestación alguna, que los salarios sean míseros y que pongan trabas a sus empleados (obreros) para terminar sus carreras.
Tal vez me despidan por esto, como a la chica del Facebook (http://www.eluniversal.com.mx/articulos/52716.html), pero qué hueva ser una periodista conforme, hasta los que son de derecha se quejan de vez en cuando, ¿por qué no he de hacerlo yo?
Iba a llegar más lejos y escribir sobre problemas más grandes que tiene la empresa, pero entonces sí me metería en una bronca. Demonios, ya me estoy alineando con el conformismo.
Saludos blogueros.
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