Y Wendy decide crecer...

En esta ocasión me tardé unos días en escribir por dos motivos. El principal y más importante es porque he andado como loca tratando de avanzar con la tesis que espero poder entregar algo ya el martes a Delhumeau. El otro motivo es que considero que a veces uno puede escribir sus sentimientos o pensamientos ‘con la cabeza o el corazón caliente’ y sin querer se hieren susceptibilidades de personas que tal vez lean este blog.

Hice varios intentos de escribir lo que tenía adentro, pero ninguno salió como yo lo esperaba. Hay muchas emociones encontradas, cosas buenas y cosas malas, pero lo que predomina es el miedo, miedo al cambio. Tendré que vivir con esta sensación por lo menos los próximos meses, sino es que por el resto de mi vida.

No sé por qué me preocupan tantas cosas, en realidad quisiera poder apagar el switch y no pensar en el futuro, realmente incierto en esta ocasión. Sé que la vida de un periodista es así, nunca se sabe qué pasará mañana, a dónde te mandarán, cuál será la nota del día de mañana…pero mi incertidumbre no se limita sólo a mi vida profesional, sino a la personal.

Es momento de crecer y si alguien lo ha vivido, comprenderá que es una sensación desagradable el pensarlo. Buscar departamento, pensar en ahorrar, en qué gustos sacrificar para poder pagar todo, si se extrañará algo de vivir con la familia, si ellos te extrañarán…y todo lo demás. Sin embargo, creo que es una decisión que tengo que tomar. Lo he meditado bastante y no le encuentro otra solución a mis problemas, y no sólo míos, también de mi familia conmigo.

Desde este momento con sólo pensarlo comienzo a extrañar cosas: a mi familia per se, a mi perro, las comodidades, la confianza de que todo saldrá bien (no sé cómo lo hacen los padres, pero siempre te dan esa confianza…bueno, hasta el momento en que te comienzan a agobiar con sus presiones sin considerar que uno mismo ya tiene las propias), la compañía, las risas, los momentos…tal vez demasiadas cosas. ¿Y de quién es la culpa? Tal vez de mis padres por haberme vuelto alguien tan adicta a la compañía, tal vez mía por haberme dejado convencer de ser una o tal vez de toda la cultura mexicana que sigue siendo de las pocas en las que la familia es el principal núcleo social de desarrollo…no lo sé.

En fin, a estos momentos en los que el pensar en el alejamiento de mis amigos —que también están creciendo— me hacía ponerme melancólica tengo que sumarle el que mi cabeza y mi corazón estén pensando en qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo. Sé que pasará y pronto, pero quiero estar lo mejor preparada posible para ese momento. En fin, sé que este post se basó en mis sentimientos, y para añadirle el toque cultural les aviso que Paté de fuá estará esta noche en el Alicia, para quienes no lo conocen les dejo el link en el nombre; tocan muy bien y son originales. En el aspecto político debo decirles: Obama!!!!

Y bueno, el video de Viva la vida de Coldplay. Estaba renuente a su nuevo disco, pero esta rola me gustó. 1. Porque suena diferente al Coldplay anterior y 2. Me late la letra.