¿Por qué lo retro es lo de hoy?

Siempre han existido las etiquetas. Antes, se tachaba a los grupos sociales de comunistas, rojos, amarillos, marxistas, leninistas, conservadores, liberales, hedonistas, anarquistas, sofistas, hippies, gachupines, criollos, mulatos, mestizos, nacos, fresas, homosexuales, bisexuales, etcétera. Ya fuera por clase social, ‘raza’, ideología, orientación sexual o lo que se les ocurriera siempre había un grupo social al cual pertenecer.

Ahora, les da por etiquetarnos —a los jóvenes— por la moda que seguimos y la música que escuchamos…nada más. Ya no tenemos una ideología, ya no seguimos una tendencia política; ahora somos emos, indies, rockers, poperos, vintage, reggaetoneros, charangueros, metaleros, skatos, punketos, cholos, etcétera… ¿por qué?

Tengo que admitir que he recibido las etiquetas de ser indie y fresa; preferiría que me calificaran por mi ideología, eso habla mucho más de lo que soy que los otros aspectos. ¿Qué es ser indie, qué es ser fresa? Ser indie, o mejor dicho: seguir la moda indie, implica “hacerlo tú mismo”. Basicamente es un genero musical que se distingue por ser independiente, ya sea en las creación, composición, ejecución, producción o circulación de su obra.

Los grupos indies no necesariamente han seguido las corrientes musicales o culturales, por lo que se puede afirmar que son innovadores. Tampoco promocionan su material a través de las vías convencionales ni producen con las casas disqueras ya conocidas; son ellos los principales defensores de los programas de intercambio de archivos, los primeros en tener su página en My space o Facebook, para que la mayor cantidad de gente posible los conozca y obtenga su música y quienes se presentan en tocadas, cafés, pequeños bares y hasta en la misma calle.

“Su forma de vestir se caracteriza por su afán en buscar ser únicos e individuales. Sus influencias en el vestido se remonta desde los años 60's hasta los 80's. Artículos comunes de esta tendencia son las camisetas de bandas, ropa vintage, camisetas de rayas, suéteres, blazers (chamarras tipo colegio), pantalones desgastados, chalecos, corbatas, suéteres tipo cardigan y bufandas. Algunos de los tipos de calzados más popular son tenis, zapatos tipo ballet y otros estilos de zapatos de vestir. Otro tipo de moda en Gran Bretaña, sobre todo en hombres, es usar alguna prenda que normalmente utiliza el sexo opuesto, esto se hizo popular gracias al sueco Brett Anderson.

Algunos de los productos favoritos de la cultura indie incluyen camisetas de corte bajo de cuello en V, pantalones entubados, piercings en la nariz, labios y septum, pantalones cortos de mezclilla o atléticos, suéteres cardigan, y cualquier tipo de zapatos de meter pequeños, y cualquier tipo de camisetas que recuerden a los 90's como de caricaturas y jumpers; los sombreros y pantalones a la cintura también se han vuelto populares entre esta cultura. (…) La moda de la subcultura indie también incluye una gran variedad de cortes, que van desde lo muy estilizado hasta los cortes que tratan de parecer que no se ha hecho mucho esfuerzo en arreglarlos”.
http://es.wikipedia.org/wiki/Indie

‘Fresa’ me han dicho por razones que no corresponden, como mis amistades, las tiendas donde compro, los lugares que visito, el escuchar música clásica, las escuelas a las que asistí, todas ellas razones equivocadas. Según el sociólogo Ricardo García Jiménez, de la Universidad Tecnológica de la Mixteca, los fresas

“no poseen aspiraciones propias, sino que constantemente están en busca de hacerse aceptar por otros individuos de clases ajenas a la suya, pero, a su vez, niegan su procedencia de clase manifestándolo de manera implícita o explícita. A tales extremos, que llegan a usar un lenguaje despreciativo, peyorativo y arrogante en contra de sus congéneres de clase, con un estilo y una entonación sarcástica.

Son asiduos visitantes a centros de esparcimiento como discotecas (Stravagance, Magic…), video-bares (Freedom, Hard rock coffee…), conciertos de música popular (Luis Miguel, Fey, Garibaldi, etcétera). Constantemente tratan de vestir con marcas de prestigio: Giorgio Polato, Óscar de la Renta, Náutica… aunque muchas veces lo que adquieren son burdas imitaciones” .
http://www.utm.mx/~temas/temas-docs/e0251.pdf

Creo que no lo soy.

No me molesta pertenecer a grupos sociales, el problema —al menos para mí— es que esas etiquetas dicen en realidad nada sobre quién soy. En el caso de ser fresa, nunca me he parado en un Hard rock coffee o Freedom, ni he vestido o siquiera intentado comprar una prenda de ninguna de esas marcas.

Antonio Delhumeau, el eminentísimo ex director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y mi asesor de tesis, comentaba ayer sobre una propuesta que busca analizar el por qué del retroceso de las campañas publicitarias a la época hippie. Decía que el motivo por el que la sociedad tiende a recurrir a lo retro consiste en buscar la última posición en la que se sintió segura, en la que la generación de publicistas que actualmente dirigen las agencias se sintió así.

A ese respecto, añadía que hay generaciones enteras que se declaran seguidoras acérrimas de programas como Seinfield, Friends, Scrubs, Desperate Housewives, Two and a half men, etcétera. ¿El motivo? La búsqueda de una comunidad con la que antes contaban. Son “ensueños colectivos”, como él los llama. El motivo, los jóvenes y adultos de la actualidad se encuentran con un mundo más allá que postmoderno, en el que se han (nos hemos) vuelto adoradores de este tipo de sitcoms, en las que un grupo de personas conviven sin dificultades mayores. Esto se relaciona con la búsqueda de lo retro como proceso de identificación debido a que en esos años 70 en el que existían los hippies, las comunidades de jóvenes fueron bastante fuertes, y las relaciones humanas eran mucho más cercanas a lo que son ahora. Por eso, lo retro es lo de hoy; querer escapar del individualismo para regresar a esa unión y cercanía.

También mencionaba que el crítico literario, semiólogo y comunicólogo, Umberto Eco, alguna vez declaró que el 2008 tendría que ser espiritual para que la humanidad no desapareciera. Con esto se refería a que los humanos tenemos que alejarnos de lo material para recuperar las creencias e ideologías que nos permitían vivir sin la cultura de la producción y el consumismo desmedido, en la que el único interés del hombre consistía en vender y comprar.

En conclusión, ¿será necesario retomar esas ideologías que nos permiten etiquetarnos por lo que pensamos y no por lo que tenemos? Yo, por mi parte, seguiré pensando que el camino es hacia delante, ¿por qué no crear nuevas etiquetas con las que nos identifiquemos los que pensamos que lo importante no es lo que se tenga, y que a la vez pensamos que el camino que la humanidad debe seguir no está en el pasado?...aclaro, que también considero que el que no sepa su historia está condenado a repetirla, ya sea hombre o mujer o pueblo. Por cierto, qué asco de reforma educativa la de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el nivel secundaria, en el que decidieron que en la historia de México no ha pasado nada que los niños merezcan aprender, y mucho menos si les ayuda a comprender y criticar la situación en la que está el país.

Si alguien tiene alguna idea para que nos autoetiquetemos y creemos un grupo social, se aceptan sugerencias.

Mientras tanto, los dejo con sus propios ensueños colectivos. Suerte.