6 de julio de 2007

México sigue siendo el mismo, ¿y nosotros?

Hace poco escuché a alguien decir que después de un atraco México seguía siendo el mismo, y que no había por qué tener miedo a pasar por el mismo lugar o el mismo transporte, no se puede estar de acuerdo con esta postura ante la realidad, porque en efecto, después de una experiencia de ese tipo México sigue siendo el mismo, pero definitivamente no se ve igual por el o los afectados.

Después de un asalto cara a cara, en el transporte público, el robo de un auto, un secuestro, un accidente automovilístico, agresión sexual, o un susto relacionado a cualquiera de estos agravios no sólo la vida, la ciudad, el entorno no se aprecia de la misma manera.

Viviendo en una ciudad tan grande y con tantos problemas como lo es México, es normal que este tipo de cosas pasen, y es normal vivir con miedo a que nos pasen a nosotros; el problema es que una vez vividas el miedo se incrementa, llegando a ser paranoia y a incluir hasta delirios de persecución.

México sigue siendo el mismo pero nosotros, los que vivimos de cerca las experiencias no, y en definitiva no podemos ver las cosas cotidianas de la misma manera y es increíble el observar como los demás, los que no las han vivido siguen con su vida sin temor a este tipo de situaciones, o al menos no uno visible.

No puede ser que los habitantes de una ciudad, los integrantes de una sociedad, se acostumbren a ver o vivir cosas como las antes mencionadas. No deben pensar que los limosneros son algo cotidiano, que el que los vendedores ambulantes encontraran nuevas formas de comerciar en el metro o microbús es un desarrollo natural de la sociedad.

No pueden acostumbrarse a la gente que sube al transporte público a insultar, a gritar, a ofender con las palabras mientras insta o busca obligar a los pasajeros a comprarle una paleta, por no decir a robar, porque si lo hacen, si se acostumbran a estas experiencias, ¿cuál será el paso siguiente?

Es cierto, la sociedad tiene defectos, el ser humano también, eso sí es normal y natural, pero por qué no buscar una solución a los problemas, una corrección, un cambio en los defectos, ¿acaso las personas no buscan corregir los propios? ¿Por qué darse por vencidos y conformarse con la realidad que se tiene?

Esa realidad que molesta, incomoda, y que asusta…

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