Llega el día en que se deben tomar decisiones difíciles y arriesgadas, seguir caminando sin mirar a dónde y abandonar el lugar tan ¿cómodo? en el que estamos. Y es entonces que uno decide si quiere seguir siendo un caracol o si quiere perder toda la sensación de seguridad para empezar de cero. Hasta ahora mi instinto me indica que haga lo segundo y ya veremos.
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