Sukkwan Island

Era imposible que le costara tanto encontrar la cabaña. No se había perdido en un bosque en toda su vida, y había estado en bosques todo el tiempo, cazando y pescando. Pero en cuanto das ese mal paso, se dijo, porque sabía que después de eso era posible no encontrar nunca el buen camino, porque no podrías saber de dónde venías y por tanto no tenías ninguna base firme para ninguna dirección. Y eso parecía apropiado para más cosas en su vida, especialmente con las mujeres. Las cosas se habían vuelto tan retorcidas desde el principio que le había resultado imposible saber lo que era bueno y ahora,  (...), no quedaba absolutamente nada para continuar. No importaba que muriera en el bosque esa noche, que se rindiera, se tumbase y se congelara.

Un hombre decide irse a vivir a una solitaria isla en Alaska y llevarse a su hijo adolescente con él (¿por qué no?). Ha vivido dos divorcios por sus infidelidades y dejó su trabajo como dentista para poder comprar una diminuta cabaña y experimentar la verdadera naturaleza (que en este caso incluye la soledad).
No voy a ahondar más en la trama porque terminaría contándoles el final, pero creo que muy pocos libros han logrado provocarme una reacción tan física y tan catártica ante las acciones de un personaje o las descripciones del autor. A la mitad tuve que dejar de leer y salir a constatar por mí misma que, con todo y el frío que ha llegado por estos lares, había sol y cielo azul para nosotros. Quise olvidarme de la tragedia que estaba leyendo y poner algo en mi estómago antes de seguir, realmente fue como si una palanca me obligara a cerrar el archivo y no continuar hasta que estuviera más calmada.
Tal vez la emoción se acumuló por mi ocurrencia de leerlo en un sólo día, pero encontré fascinante la forma en que David Vann contagia la angustia de estar por meses en una isla con sólo otra persona que ni siquiera nos cae bien y de quien no sabemos nada. Por mi parte, si alguien me volviera a hacer la pregunta esa de que si pudiera estar en una isla con únicamente otra persona, ¿a quién escogería?... lo pensaría más de dos veces antes de contestar.