18 de septiembre de 2009

El análisis de una niña de 12 años

La verdad es que nunca me he podido llevar bien con mis papás, los motivos han sido diversos, a veces ha sido mi culpa y a veces la de ellos, a veces ha sido un pleito de horas y otras de días, semanas o meses; en esta ocasión ya lleva varios meses y se intensificó en esta semana. El motivo de este último pleito mi hermana de 12 años lo resumió en una frase que me hizo considerar el evitar que siga viendo programas de psicología por cable y que ya no lea tanto (a su edad ha leído el doble que yo cuando iba en segundo de secundaria), lo que me dijo fue:

"Lo que pasa es que mi mamá está cegada por las expectativas que tenía de cómo iba a ser su vida y de cómo quería que fuera la tuya. Por eso no acepta tu forma de vivir tu vida y es que tú y JM son la onda".

Zas.

Me la tuvo que repetir como cinco veces antes de que le entendiera y me creyera que una niña acababa de decir eso. Además, juro que usó todas esas palabras, incluyendo eso de que somos muy chistosos. Por un rato la estuve torturando interrogándola sobre dónde había escuchado eso o si mi mamá lo había dicho y ella lo había repetido, su respuesta fue muy válida y clara para alguien de su edad:

"¿Qué no puedo tener una idea propia de lo que pasa?"

Por supuesto, tiene 12 años, pero en serio sigo anonadada de haber escuchado lo que mi 'hermanita' me dijo. Remarco 'hermanita' porque a su edad ha leído muchísimo, habla inglés mil veces mejor que yo y ya casi está de mi tamaño. Qué miedo.

Regresando al tema, así es la relación con mis papás y lo ha sido por los últimos diez años más o menos. Nunca les ha gustado que estudiara periodismo, que trabaje en una revista de negocios, que sea en cierta manera independiente y que mi proyecto de vida no sea el que ellos habían planeado para mí. Aunque dejenme decirles que no hay ningún movimiento o plan extremo como volverme cristiana o dejar mi vida profesional para dedicarme al hogar (no porque eso sea malo, sino porque no es para mí). Pero...háganselos entender.

La parte graciosa es que tres de mis cuatro hermanos me apoyan (con el otro no hablo mucho o más bien él no habla). Cada vez que mis papás me hablan y me estreso, uno de ellos me dice: "Recuerda que debes tener un bailarín en la cabeza", una broma local pero no tanto, porque quienes hayan visto 'Los padrinos mágicos' deben recordar el episodio en el que a Cosmo le diagnostican un bailarín en la cabeza, jajajaja...no puedo evitar reíme. Si no lo han visto, aquí está:

(Prometo poner el link en la noche.)

El punto es que tengo que reconocer que esta es un situación que muchas veces me rebasa, deprime y estresa porque después de tanto años no he podido solucionarla y no sé si vaya a poder hacerlo para mejorar mi vida en general, sobre todo con la suposición de que para fin de año ya no voy a vivir con ellos y no estaría padre salirme por las malas de mi casa.

En fin, lo importante de este
post era el análisis de mi hermana y lo vuelvo a decir: ¡Zas!


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