Tengo una cana.
Una sola y única cana que busca estar en mi cabeza desde hace más o menos ocho años. Digo 'busca' porque no la he dejado, cada vez que aparece la arranco como si fuera una mala hierba. Es gracioso, porque aparece siempre en el mismo lugar: el centro de mi cabeza; pareciera que quiere imitar el peinado de Alfalfa, aquél personaje de Little Rascals (La pandilla, 1994) que es evocado en México cada vez que alguien se peina de raya en medio o tiene un 'gallito'.
He de admitir que me gusta esa cana, me genera una sensación de terror ante el envejecimiento y curiosidad por saber porqué vuelve a salir en el mismo lugar, porqué es siempre una única cana, porqué siempre sobresale del resto de cabellos aunque tenga gel, mousse, spray o lo que sea. Se me hace un hecho taaan raro, tan personal y tan espontáneo, que un día mi cabello esté peinado (o no) normalmente y que al otro haya un cabello parado a la mitad de mi coronilla.
No puedo decir que mi cabello es todo del mismo color, porque hace algunos meses descubrí que en realidad es castaño con reflejos rojizos o castaño claros y que yo había vivido engañada por años, creyendo que mi cabello era castaño oscuro.
En fin, esa es mi cana, un indicador de que el tiempo pasa. Nada más. El tiempo suficiente para que mi cana crezca y sobresalga del resto de mi sobrepoblada cabellera; podría darle significados poéticos o interpretaciones místicas, pero no. Hoy simplemente es mi cana y ya. Creo que la voy a guardar, porque, por supuesto, ya la arranqué. (How sick is that?)
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¿Y por qué escribo sobre mi cana?
Porque hay cosas sobre las que mejor es no decir nada.
Una sola y única cana que busca estar en mi cabeza desde hace más o menos ocho años. Digo 'busca' porque no la he dejado, cada vez que aparece la arranco como si fuera una mala hierba. Es gracioso, porque aparece siempre en el mismo lugar: el centro de mi cabeza; pareciera que quiere imitar el peinado de Alfalfa, aquél personaje de Little Rascals (La pandilla, 1994) que es evocado en México cada vez que alguien se peina de raya en medio o tiene un 'gallito'.
He de admitir que me gusta esa cana, me genera una sensación de terror ante el envejecimiento y curiosidad por saber porqué vuelve a salir en el mismo lugar, porqué es siempre una única cana, porqué siempre sobresale del resto de cabellos aunque tenga gel, mousse, spray o lo que sea. Se me hace un hecho taaan raro, tan personal y tan espontáneo, que un día mi cabello esté peinado (o no) normalmente y que al otro haya un cabello parado a la mitad de mi coronilla.
No puedo decir que mi cabello es todo del mismo color, porque hace algunos meses descubrí que en realidad es castaño con reflejos rojizos o castaño claros y que yo había vivido engañada por años, creyendo que mi cabello era castaño oscuro.
En fin, esa es mi cana, un indicador de que el tiempo pasa. Nada más. El tiempo suficiente para que mi cana crezca y sobresalga del resto de mi sobrepoblada cabellera; podría darle significados poéticos o interpretaciones místicas, pero no. Hoy simplemente es mi cana y ya. Creo que la voy a guardar, porque, por supuesto, ya la arranqué. (How sick is that?)
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¿Y por qué escribo sobre mi cana?
Porque hay cosas sobre las que mejor es no decir nada.
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