Sobre los ciclos

Qué depresivo es todo este tema de los ciclos. He decidido aplicar una actitud completamente negativa hacia ellos; la verdad es que no los aguanto. Cada vez que veo que uno está por cerrarse y otro por abrirse, los engranes de mi cabeza comienzan a girar pensando en ¿qué pasará, cómo terminarán las cosas, cuáles de mis seres queridos (o indispensables) permanecerán entrelazando la espiral de su vida con la mía?

A veces me he equivocado; he pensado erróneamente que hay personas por las que vale la pena esforzarse para que permanezcan en mi vida, cuando en realidad no es así. En otras ocasiones ha sido al revés, las he dejado alejarse sin darme cuenta de cuánto las necesitaba para equilibrar mi existencia. Esta vez no estoy segura.

Sobre los que quisiera cerrar:
¿Alguna vez se han visto involucrados en una relación a la que no le encuentran sentido?¿Cómo se conocieron, por qué, para qué? Ni siquiera me acuerdo quién tomó la valiente iniciativa de hablarle al otro…seguramente fui yo (eso de la iniciativa masculina ha quedado olvidado por completo).

No quisiera decir que ha sido la peor relación de mi vida, porque nos la hemos pasado bien. Lo que sí, es que es la más complicada. Gracias a él he descubierto cuál es la frase más deprimente que se le puede decir a tu ex de ‘queberes’ (si es que existe esa palabra) que se ha vuelto tu almohada de lágrimas; palabras más, palabras menos es así: “De todas las personas con las que había tenido algo que ver —incluida tú—, ninguna había sido lo suficientemente buena para mí, ninguna había podido darme ni siquiera un poco de lo que necesito para ser feliz. Sólo ** — la actual novia— me hace feliz”. C–h–a–l–e… y todavía me pregunta qué es lo que me pasa… Bueno, tengo que reconocer que no es lo único en mi cabeza en estos momentos—tampoco hay que darle tanta importancia—, pero en realidad se siente feo.

Todo esto sale a colación porque finalmente vi Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004) del genio audiovisual francés: Michel Gondry, y he de reconocer que me hizo pensar en muchas cosas. Por ejemplo, si quisiera borrar a alguna persona de mi memoria, ¿a quién sería, quién me ha hecho más infeliz? Seguramente sería un hombre, no es por discriminar, pero su género ha tenido la culpa de mis ‘desgracias’ (al menos en su momento lo parecían). Se me hizo raro ver a Jim Carrey en un papel de esa seriedad, pero creo que le sale bien. Regresando al tema: ¿lo borraría a él?...dos años de mi vida estarían en juego…No lo sé…

Seguramente si hiciera una comparación entre los diferentes ‘queberes’ susceptibles a borrar (tampoco es que haya muchos) saldría perdiendo por dos simples motivos: el primero es que me ha hecho llorar más que ninguno y el segundo es el hecho de que siga en mi vida y seguramente me hará llorar muchas veces más. Es en este punto de mi disertación en donde empiezo a recordar los buenos ratos y decido que mejor no lo borro…tal vez llegue el punto en donde no llegue hasta acá y me quede en que me hizo sufrir y desaparezca de mi vida en un abrir y cerrar de ojos. Ojalá y sea pronto.