Todo lo sagrado tiene la sustancia de los sueños y los recuerdos, y así experimentamos el milagro de que lo que está separado de nosotros por el tiempo o la distancia se haga repentinamente tangible. Los sueños, los recuerdos, lo sagrado, todo es semejante en cuanto que está más allá de nuestro alcance. Una vez que nos separamos de lo que podemos tocar, ese objeto se santifica; adquiere la belleza de lo inalcanzable, la cualidad de milagroso. Todo, realmente, tiene esta cualidad, pero nosotros podemos profanarlo tocándolo. ¡Qué extraño es el hombre! Su contacto mancha, y sin embargo él es la fuente de los milagros.¿Cómo descubrimos lo que es el amor? ¿en qué momento sabemos quién es él indicado o la indicada? ¿qué estaríamos dispuestos a hacer por amor? Kiyoaki y Satoko son dos jóvenes privilegiados que deben aprender sobre la marcha todo lo concerniente a sus sentimientos, en una sociedad tan rígida en sus costumbres y creencias como cualquier otra, alejados de sus padres, con el apoyo de sus amigos y aconsejados sólo por la sabiduría de los ancianos. El sufrimiento del amor adolescente es inevitable, inconcebible por los interesados y desconocido o ignorado por los adultos, pero ¿hasta dónde puede llevarlos su relación y el dolor acarreado por las malas decisiones?
Yukio Mishima retrata una sociedad confundida por la mezcla cultural que se dio en el siglo pasado entre oriente y occidente, en la que respetar las tradiciones y formalismos parece ser lo más importante, sin descuidar nunca la aparente apertura ideológica y cultural llevada desde occidente. Un entorno que propicia un romance digno de Shakespeare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan críticas constructivas.